lunes, 30 de junio de 2008
Borgward Seeteufel.
este extraño engendro mitad minisubmarino mitad tanque, fue desarollado para ataques costeros.estadio operacional experimental.
mina aerea ,bola de fuego.
helicoptero supersonico feuerball.accionado por cuatro estatoreactores tipo pabst,la idea de el aparato era ser detonado por radio control u fusibles sensibles a la vibracion de los motores de las formaciones de bombarderos ,en dicho momento se activaria la carga explosiva de la cabeza de guerra .estatus operacional,experimental.esta mina aerea esta emparentada con el caza vtol triebflugel,(lepidoptero) que basaba sus principios de vuelo en un insecto.
flugelrad v-2
mejora del v-1.evolucion orientada a mejor visivilidad y control de alabeo,esta version cuenta con un piloto y un observador.el timon dorsal se ha colocado para mejora en maniobras de lateralidad.la ampliacion de la carlinga y vidriado surgen como mejora para toma de suelo y obsrevacion general del terreno.posiblemente ideado para correcion artillera y apollo tactico de unidades terrestres.estatus operativo ,desconocido.
flugelrad v-1
disco volante bmw .funciona como vtol.es mas bien un autogiro no un helicoptero,el flujo de la turbina se libera a travez de una tobera movil en la popa ,orientando con alabes la corriente de aire ,consecuentemente haciendo girar las aspas encerradas en aro.el grado de orientacion de las aspas da el angulo deseado en vuelo,el angulo de los flaps a salida de tobera el caudal de aire u chorro de rotacion,asimismo juega la aceleracion del compresor u su desacelaracion la potencia en altura y velocidad.estatus operativo: experimental.
domingo, 29 de junio de 2008
v4-a
viernes, 27 de junio de 2008
De Alemania a la Antartida
En 1938 y bajo el mando del capitán Alfred Ritscher, el Tercer Reich envió una importante expedición a la Antártida. Su objetivo era realizar una precisa cartografía aérea, obtenida por fotogrametría, que cubría la mayor parte del continente. Era la primera vez que se hacía un mapa tan exacto, y Alemania acabó adjudicándose un territorio relativamente libre de hielos al que llamaron Nueva Suabia. Diversos investigadores se han referido a que en esta expedición los alemanes hallaron en las regiones libres de hielos, oasis templados, así como las entradas a la tierra interior.
A finales de la guerra los alemanes habrían desarrollado un submarino excepcional, construido de forma modular por medio de una especie de rodajas ensambladas. Era el U-21, que sumergido alcanzaba mayor velocidad que en superficie, y gracias a su Snorkel-Walter, podía navegar en inmersión tanto tiempo como fuera necesario. Su tecnología era tan avanzada que los americanos no pudieron alcanzarla hasta los años sesenta con sus submarinos nucleares. En Kiel se construyeron 120 unidades de este modelo, de los cuales sólo tuvieron oportunidad de entrar en combate 10. Otros diez no llegaron a botarse. Nadie sabe dónde fue a parar el centenar restante, que aparentemente desapareció sin que ningún buque o avión aliado apareciera como autor del hundimiento. La existencia real de estos submarinos fue algo exhaustivamente comprobado por las autoridades aliadas a través de la documentación de los registros del material de construcción y por ciertas piezas auxiliares. Uno de esos sumergibles, que había sido hundido por su propia tripulación fue recuperado por la armada alemana, pudiendo ser actualmente admirado como pieza de museo en Kiel.
Algunos creen que estos submarinos desaparecidos sirvieron para transportar personal y material a una base secreta de la Antártida, donde los alemanes habrían construido un “refugio inexpugnable”. Karl Doenitz, quien, en enero de 1943, fue designado por Hitler para suceder a Raeder como gran almirante, ocupando además el puesto de Jefe de Estado Mayor de la Kriegsmarine, ese mismo año daría a conocer una sensacional novedad: “La flota submarina alemana está orgullosa de haber establecido un paraíso terrestre secreto, una fortaleza inexpugnable para el Führer en un lugar del mundo”. La existencia de esta base daría lugar en 1947, dos años después de concluida la Guerra, a una expedición de marcado carácter militar comandada por el almirante Richard Byrd (USA), con una flota integrada por un portaaviones, un crucero, varias fragatas de choque de ¡cuatro mil marines!. Número desproporcionado para una supuesta expedición geográfica. El almirante, que contaba con medios y tiempo ilimitados, y en un principio había planificado permanecer ocho meses allí, después de perder varios aviones, a las ocho semanas tuvo que abandonar apresuradamente la Antártida. ¿Qué ocurriría para que el almirante Byrd, una persona nada pusilánime y con probada experiencia en expediciones, abandonara su misión?.
También queremos mencionar la extraña historia de los submarinos alemanes U-530 y U-977 que se rindieron en Argentina. El 10 de julio de 1945, dos meses después del fin de la Guerra en Europa, se presenta de improviso en el Mar de Plata el U-530, al mando del teniente de navío Otto Vermouth. Esto llevó a muchos a la sospecha de que Hitler y otros dirigentes del Tercer Reich podían fácilmente haberse librado de la persecución de los aliados, por ejemplo, a bordo de cualquier submarino. Pero es que el 17 de agosto del mismo año, es decir, más de tres meses después del fin de la Guerra, y bajo las órdenes directas del capitán de corbeta Heinz Schaeffer, emergió el U-977. Muchos investigadores han llegado a la conclusión de que estos submarinos formaban parte de un muy especial convoy de unidades submarinas (todas ellas dotadas de un tubo respiradero, con un extremo que sobresale del agua durante la inmersión y es capaz de proporcionar a los motores térmicos el aire que necesitan) que se dirigía a la Antártida. En una situación similar a las dos anteriores, en el puerto de Talcahuano, situado junto a la ciudad de Concepción, en la VIII Región Sur de Chile, habrían llegado, por una emergencia, una flotilla de poderosos submarinos alemanes de escolta, medio extraviados en aguas del Pacífico, cuando se acercaba el fin de año de 1945. Las autoridades chilenas que tuvieron acceso a conocer este incidente, en este caso, al contrario que en el caso de Argentina, no lo comunicaron a los USA y el caso no llegó a ser conocido públicamente.
Desde la expedición del almirante Byrd ha transcurrido más de medio siglo y, aparentemente, el objetivo de aquella fuerza de invasión se ha olvidado, pero tal despliegue de medios hace sospechar algo importante. Actualmente, en las noticias diarias sólo se habla de la Antártida en relación con el agujero en la capa de ozono, y aunque se mantienen algunas estaciones de investigación en su zona costera, no se ha vuelto a hablar de expediciones al interior.
winter jagger
jueves, 26 de junio de 2008
Logo Operacion High Jump
1947: Operación High Jump
Entre finales de 1946 y comienzos de 1947, la mayor fuerza militar expedicionaria que los EE. UU. haya enviado a la Antártida hasta el presente comienza a desplegarse desde las bases norteamericanas en el Mar de Ross (al sur de Nueva Zelandia) hacia el continente, divididos en tres grupos convergentes, iniciando una invasión de vastos alcances.
La Task Force 68, la fuerza invasora, está compuesta por 13 barcos (entre rompehielos, destructores, cargueros y buques tanques de aprovisionamiento), 2 lanzadores de hidroplanos, un buque de comunicaciones, un submarino (Sennet) y un portaviones (Phillipine Sea); los efectivos embarcados suman 4.200. Lidera la operación el Almirante Richard Byrd.
Oficialmente la Operación Highjump eran simples maniobras que tenían por objeto "probar equipos militares y tropa en condiciones antárticas"...
La expedición estaba planeada y equipada para una duración de 6 a 8 meses. La misión es esencialmente militar, se ha desestimado la participación de observadores extranjeros y ha contado con el concurso de un limitado número de científicos especializados, lo cual destaca su carácter prioritariamente militar. La magnitud del esfuerzo aeronaval sumado a trascendidos sobre algunos de los verdaderos objetivos de la misión, serán motivo de especulación todavía décadas más tarde sobre sus verdaderos fines.
Los alemanes del Reich se repliegan en la Antártida
En 1938 y 1939, la Sociedad Alemana de Investigaciones Polares respalda sendas exploraciones liderada por el capitán Alfred Ritscher, quien navega en el buque Schwabenland. La expedición arriba a la región conocida como Queen Maud Land y aerofotografía más de 600.000 km2.
Las circunstancias que se viven bajo el régimen NS llevarán a suponer que mas allá del carácter civil y científico de las mismas influyeron de forma decisiva consideraciones estratégicas y militares.
Durante la guerra, escuadrillas de submarinos alemanes habían estado incansable y frenéticamente yendo y viniendo de la Antártida. Los alemanes estaban construyendo enormes complejos subterráneos en las tierras antárticas, no escatimando recursos ni científicos. Es allí a donde huyeron casi todos los jerarcas NS que "desaparecieron", empezando por Adolf Hitler.
Según el investigador portugués J. Garrido, una semana antes de la rendición alemana en 1945, el comandante de la flota de submarinos alemanes, Almirante Doenitz, afirmaba que nunca se rendiría a los Aliados.
El prestigioso Almirante Byrd comanda la Operación High Jump.
Richard Byrd participa en la Operación High Jump como oficial a cargo de la misma en tanto que el comando de la Task Force 68 recae en el almirante en activo Richard H. Cruzen.
Si el propósito declarado de la operación era el del entrenamiento de personal y puesta a prueba de equipos militares en condiciones extremas, ¿por qué era necesario enviar tantos barcos, unidades y soldados y por qué se prohibió la presencia a observadores extranjeros?
Durante esta operación Byrd había sobrevolado, por lo menos una vez, todo el territorio de Neuschwabenland, desde la dirección sur-oeste hasta las tierras altas de Ritscher (Ritscher Hochland) y las áreas Este del Polo Sur. Sin saberse por qué, Byrd regresa a Estados Unidos en Febrero de 1947 y declara en una entrevista que le hace un reportero que era "necesario para los Estados Unidos tomar acciones defensivas contra aviones de combate enemigos que vienen de las regiones polares" y que en caso de una nueva guerra "los Estados Unidos serían atacados por aviones que pueden volar de un polo a otro con increíble velocidad"
Otras extrañas declaraciones realizadas en Estados Unidos por Byrd y otros militares en ruedas de prensa hablaban de avistamientos y encuentros con aeronaves de altas capacidades no comparables con los mas avanzados aviones a reacción de la época.
El almirante Byrd tuvo que enfrentarse a un secreto y minucioso interrogatorio de las autoridades norteamericanas. Tras ello, Estados Unidos se retiró de la Antártida durante casi una década.
Pero aún después de terminarse la Operación High Jump, siguieron ocurriendo cosas extrañas: James Forrestal, Secretario de Defensa en el período de la operación, es internado en 1948 en un hospital, donde bajo extrañas circunstancias cae de un décimo piso... Oficialmente fue un suicidio. ¿Y por qué nada le ocurrió al almirante Byrd? Seguramente porque era demasiado prominente y demasiado respetado por el pueblo norteamericano, su muerte hubiera sido demasiado llamativa.
Inmediatamente después de esta operación, el 19 de febrero de 1947 el propio Byrd sobrevuela una vez más el Polo Norte, por orden de su país, llegando a "nuevas tierras desconocidas". Su críptico y singular testimonio sobre esta nueva misión, que en forma fragmentaria reproduce la prensa, es inicialmente soslayado, aunque seguirá alimentando una suerte de leyenda sobre enigmas existentes en las latitudes polares, lo que sumado a la inaccesibilidad relativa a los mismos por parte de fuentes no militares o científicas los hará perdurar.
Americanos y soviéticos, juntos en la Antártida.
Es muy extraño el hecho de que en la Operación High Jump participaran fuerzas soviéticas, por ejemplo algunos barcos. ¿Soviéticos y americanos colaborando juntos a principios de la Guerra Fría? ¿Acaso los nuevos enemigos se reconciliaban por un corto periodo para terminar de acabar con el enemigo común, el Reich alemán?
Extensas e inéditas operaciones aéreas.
El grupo principal, de reconocimiento aéreo magnético y fotográfico, opera desde una pista continental construida para lanzar aviones del tipo DC3 adaptados para vuelos de largo alcance de relevamiento aerofotográfico. Se tomaron 70.000 aerofotografías en dos semanas, lo cual demuestra los amplios recursos aéreos empleados en la operación. ¿Qué estaban buscando los americanos?
Explosiones atómicas en Neuschwabenland.
¿Se llevaron a esta expedición bombas atómicas, como indican algunas fuentes? Algunos autores indican que se detonaron bombas atómicas en Neuschwabenland. Estas explosiones atómicas serían la causa del actual agujero de la capa de ozono en la Antártida.
De cualquiera de las formas, las bases alemanas en la Antártida no estaban en superficie, sino que eran subterráneas. ¿Contaban los alemanes del Reich con la posibilidad de un ataque atómico? Sin duda. Tengamos en cuenta que los norteamericanos no habían tenido reparos en lanzar dos bombas atómicas contra los núcleos civiles japoneses de Hiroshima y Nagasaki, en que perecieron carbonizadas cientos de miles de personas inocentes y quedaron con graves secuelas de por vida otros tantos. ¿Podían tener entonces reparos en lanzar bombas atómicas contra un continente sólo habitado por nazis y pingüinos?
Según ciertas fuentes, sí es seguro que por lo menos en 1958, año en que se realizó una nueva "expedición" estadounidense a la Antártida, se llevaron armas nucleares y se emplearon tres veces: el 27 y 30 de Agosto y el 9 de Septiembre. Ninguno de los tres misiles atómicos explosionó en el suelo antártico, sino que, sin encontrársele explicación, estallaron en pleno vuelo sobre el mar cuando se dirigían a su objetivo.
La retirada...
Si bien se estimó para la Operación High Jump una duración de seis a ocho meses, las fuerzas invasoras debieron retirarse al cabo de seis semanas, después de numerosas pérdidas no determinadas en material y hombres. Otras fuentes indican que la retirada empezó a las tres semanas, tras producirse decisivos combates entre atacantes y defensores de Neuschwabenland.
No sabemos cuáles fueron las bajas reales de los invasores, pero se sabe por ejemplo que el submarino Sennet, oficialmente por causa de los hielos antárticos, llegó a sufrir serias abolladuras en su casco, debiendo ser retirado durante la operación a un puerto de Nueva Zelanda para ser reparado. También se sabe que se perdieron varios aviones de combate y material aéreo de alta tecnología, y que hubo pérdidas humanas, en concreto muertes de marines norteamericanos. ¿Todo esto en una operación de adiestramiento?
En los Estados Unidos fue muy difícil justificar a la opinión pública las bajas acaecidas en la Antártida, pero el caso fue oficialmente cerrado. Los militares llamaron a esta operación como "la guerra de los pingüinos", después de que el gobierno federal declarara una y otra vez a la suspicaz opinión pública norteamericana que en la Antártida sólo vivían pingüinos y que las bajas de personal militar se debían a desafortunados accidentes...
También oficialmente, la expedición fue un "gran éxito" porque "permitió conocer muchos nuevos aspectos del uso de equipo militar bajo condiciones extremas". Entonces, ¿por qué regresó Byrd a Estados Unidos en Febrero de 1947, meses antes de lo previsto?
Después de High Jump.
El 8 de Enero de 1956, varios investigadores de una expedición científica chilena en la Antártida observaron, durante varias horas, OVNIS en forma de "puro" y de disco evolucionando en el cielo de la área del Mar de Weddell. En aquel mismo año de 1956, una nueva operación militar fue intentada por los norteamericanos, la Operación Deepfreeze, y los resultados fueron peores que los de la anterior.
En seguida, el 27 de Agosto y el 9 de Septiembre de aquel mismo año, el gobierno de Sudáfrica declara detectar dos emisiones electromagnéticas de alta energía, comparables con explosiones nucleares en la área antártica cercana a sus costas, que corresponde a la zona de Neuschwabenland, una manifestación de carácter subterránea y otra en la superficie. Otros avistamientos conocidos de OVNIS en la Antártica fueron declarados en los años siguientes, especialmente los de 1964 y 1969, por parte de personal de bases militares tanto argentinas como chilenas.
Siempre que los americanos han intentado invadir Neuschwabenland, fuerzas misteriosas les han repelido. Todo indica que los alemanes del Reich cuentan ya con una amplia red de bases, extendida por todo el mundo. En la dirección http://www.unglaublichkeiten.com/unglaublichkeiten/htmlphp/basenx.html (que pertenece a una de las mejores webs sobre el tema de los alemanes del Reich y Neuschwabenland) se puede encontrar un mapa con las principales bases más o menos conocidas.
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